Aunque te estruje el corazón



A veces da cosa abrir los ojos, porque puede que lo hagas y veas todo patas arriba, y eso es lo que en verdad da miedo.
Como un niño que juega al escondite tapándose los ojos, creyendo que así no lo ven.
Uno detesta y ama a quien abre tus ojos. Abrir los ojos tiene un gusto agridulce. Por un lado se pierde la magia, pero por el otro, se sale del engaño.

A veces lo que tenemos que ver es tan horrible, que tenemos que vivir en una cajita de cristal. Y otras veces la burbuja se pincha y no queda otra que abrir los ojos, y mirar lo que no queremos ver. El corazón se nos estruja y nos quedamos sin aire.
Duele abrir los ojos, es como salir de la oscuridad y que la luz te ciegue.
Ojos que no ven, corazón que no siente, mejor mirar para otro lado, meter la cabeza bajo tierra......o todo eso dicen.

Pero para que algo cambie hay que romper la burbuja, hay que salir de la cajita de cristal, abrir los ojos y ANIMARSE...aunque lo que haya para ver, nos estruje el corazón

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